El carrito porta cadáveres se utiliza para el transporte desde el lugar del fallecimiento situado en la sala hospitalaria hasta la sala mortuoria.
Está construido completamente con acero inoxidable Aisi 304 y está formado por una estructura portante de tubular electro soldado y totalmente carente de tornillos y remaches, de tal forma que está asegurada su estabilidad y robustez.
Encima de esta estructura se coloca la camilla porta cadáveres también construidos en acero inoxidable de la misma calidad y moldeados con inclinación central para contener eventuales fluidos.
Esta camilla puede extraerse totalmente, gracias a las manillas apropiadas situadas en el lado de la cabeza y de los pies, y se puede utilizar también de forma autónoma respecto al carrito siendo autosoportante.
El carrito dispone de 4 ruedas del diámetro de 200 mm, perfectamente indicadas para trayectos interiores y en suelos lisos, pero utilizables también en suelos levemente irregulares.
Dos ruedas dotadas de freno de estacionamiento activable con pedal